PUESTERO DEL AÑO

Todos los años, la Cámara de Comercio, en el marco de la
Fiesta Nacional de la Ganadería, elige al puestero del año.

El Puestero del Año

El reconocimiento al puestero del año es un evento distintivo de la Fiesta Nacional de la Ganadería que reconoce al puestero más antiguo de la zona.

Este año Don Eduardo Barroso es el elegido para este reconocimiento. Conoce un poco más de su historia.

En el año 1907 llegaron unos pioneros a establecerse en las márgenes del Rio Atuel, a unos 55 kilómetros al sur de la villa cabecera de Gral. Alvear.  Ellos eran Don Segundo Barroso y Doña Orfelia Espinosa, padres de Ramón Barroso y abuelos de Eduardo.

El 13 de octubre de 1937 nace Don Eduardo Barroso nuestro homenajeado «PUESTERO”, hijo de Ramón e Irene, en el seno de una familia conformada por 12 hermanos.  Habitantes del Puesto La Arabia, ubicado en el Paraje Paso del Barroso, denominado así por la larga trayectoria de más de 80 años y cuatro generaciones de la familia Barroso en la zona.

Hoy con 83 años de edad, Don Eduardo Barroso, recuerda con nostalgia tantos momentos vividos en ese lugar, que sin dudas es su lugar en el mundo. Ese campo a orillas del río Atuel que con tanto sacrificio y dedicación constante trabajan junto a su único hijo Antonio y su nieto Roberto.

Así como había años que los castigaba la sequía, también recuerda que en el año 83 y 87 el caudal del rio Atuel aumentó en forma considerable ocasionando graves problemas para su producción.

Estos y otros muchos inconvenientes de la vida de campo nunca mermaron el apego a su tierra lo cual los diferenciaba de aquellos que en busca de nuevos horizontes dejaban el lugar.

La tecnología aún no los ha invadido y puede ser que allí resida el secreto de una vida tranquila, como quien diría un paraíso para disfrutar junto al canto de los pájaros y la agreste vegetación árida que vigila la diversidad de su fauna.

En este escenario, transcurre sus días Don Eduardo entre la crianza y el cuidado permanente de sus caprinos, equinos y vacunos que forman su preciado capital de toda la vida, honrando con su tarea diaria estas tierras de nuestro campo argentino.